15 junio, 2006

Los mensajes del agua (parte 1/2)

¿Sabes cual es el porcentaje de agua que existe en el planeta? Aproximadamente el 71% de la superficie del planeta está cubierta por agua.

¿Sabes qué porcentaje de agua es del que se compone el cuerpo humano? El agua ocupa aproximadamente el 60% del total de la composición corporal. Además, el 73% de la masa muscular está compuesta por agua. El agua es el nutriente esencial para la supervivencia y es un requisito indispensable para las funciones celulares. Además, debido a que es un componente mayor de la sangre, mantiene la temperatura del cuerpo en niveles normales. El agua corporal se pierde principalmente a través del sudor, respiración y el desperdicio. Entonces, el agua puede llegar a formar más del 80% del total del cuerpo humano.

El agua circunvala la tierra y la alimenta y es la fuente de existencia de todas las formas de vida en este planeta. Es lo que sustenta y hace posible la vida en la forma en que la conocemos.

Pero existe un lado del agua que se encontraba inexplorado hasta hace algunos años.

El Dr. Masaru Emoto de Japón ha estudiado el agua durante mucho tiempo. A través de su investigación ha descubierto muchas propiedades del agua que las que usualmente cualquiera de nosotros pensamos que el agua tiene.

Académicamente hablando, su estudio no está basado en las ciencias naturales, sino en las ciencias culturales.

Te estarás preguntando ¿qué tiene que hacer un científico hablando de una investigación cultural? O mejor aun ¿qué tiene que ver una investigación científica respecto al desarrollo personal de un individuo?

La ciencia tradicional, con su razonamiento convencional no resultó suficiente como para entrar en el mundo de lo que no se puede ver, como el agua.

Lo que hizo el Dr. Emoto es que congeló muestras de agua de distintos lugares y posteriormente utilizando un microscopio muy potente pudo observar que los cristales de esta agua congelada formaban figuras geométricas. Sin embargo notó que las figuras formadas tenían una composición distinta dependiendo del grado de contaminación del agua analizada. Se percató que mientras más pura era el agua, la composición de los cristales resultaba en formas más armónicas y de una belleza increíble.

Imagínate, el agua tiene sus propias formas microscópicas de demostrar sus propios estados anímicos. Ciertamente fue toda una revolución en la forma de concebir el micromundo invisible que nos rodea.

Entonces, el Dr. Emoto trascendió nuevamente su propio pensamiento y descubrió que el agua de no tanta pureza podía llegar a formar cristales de mucha mayor complejidad cuando el agua era expuesta a la música de Mozart.

Más adelante, descubrió que la forma que los cristales tomaban también era influenciada cuando a los recipientes del agua se les pegaban etiquetas que tenían escritas palabras que simbolizaban pensamientos positivos, como amor, perdón, armonía, felicidad, amistad, etc.

Y también descubrió que el agua era sensible a la emoción humana, y demostró a través de un muy estricto protocolo científico, que cuando una persona emitía pensamientos de agradecimiento al agua, ésta reaccionaba formando cristales de compleja belleza y extrema elaboración.

¿Resultado? El agua puede percibir emociones a través de las palabras, de las letras y de los sentimientos. Literalmente hablando, el agua puede escuchar, leer y sentir.

El problema es que el agua es igual de sensible hacia emociones, palabras y sentimientos negativos. Nuestro gran problema, es que esta propiedad del agua también la poseemos nosotros, ya que estamos hechos principalmente de agua. Cada vez que utilizamos pensamientos, palabras o emociones negativas o positivas, estamos influenciando directamente a nuestro cuerpo y a su composición física y química. Somos el resultado directo de nuestros pensamientos, palabras y actos y el agua reacciona de forma instantánea a esto.

Ahora, el agua de nuestro cuerpo se recicla periódicamente, es decir, que mientras ingerimos agua nueva, también hay agua que nos abandona. El problema es que el agua nueva inmediatamente se “contagia” con el agua que ya existe en nuestro cuerpo y que se encuentra resonando a muy bajas frecuencias.

Recordemos lo que nos dice la Física Cuántica respecto a la creación de nuestra realidad al utilizar nuestros pensamientos. Es lo mismo pero a través del agua.

Y citando a la película “What the bleep do you know”: “Si los pensamientos pueden hacer que un cristal de agua cambie su forma, imagínate lo que hacemos a nosotros mismos con nuestros pensamientos”.

Hasta la próxima.

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